1. Delincuencia y violencia
En Chile, la gente ya no vive tranquila. La delincuencia se tomó nuestras calles. Por eso proponemos tres medidas claras. Primero: reformar y profesionalizar nuestras policías, enfocadas en inteligencia criminal. Segundo: intervenir de forma integral los barrios más afectados, combinando seguridad, programas sociales y oportunidades reales. Tercero: endurecer las penas para quienes cometen delitos violentos o reinciden. Necesitamos proteger a las familias, y devolver la paz a nuestros barrios. La seguridad no es de izquierda ni de derecha. Es un derecho básico.
2. Control de la inmigración
La migración debe ser ordenada, segura y respetuosa. Hoy tenemos una crisis: ingresos irregulares, bandas criminales extranjeras y servicios colapsados. Proponemos tres soluciones. Uno: aplicar una política migratoria firme, legal y con respeto a los derechos humanos. Dos: expulsar rápida y efectivamente a los migrantes con antecedentes penales. Y tres: integrar a quienes sí quieren aportar, con capacitación, empleo y validación de títulos. No se trata de rechazar al extranjero, sino de cuidar nuestra casa con responsabilidad.
3. Economía y estabilidad laboral
Chile necesita recuperar el crecimiento económico. Hay miles de familias afectadas por el desempleo y la inflación. Nuestra propuesta es clara. Primero: fomentar la inversión privada, especialmente en regiones, pymes e infraestructura. Segundo: estabilizar la economía, controlando el gasto público y la inflación. Y tercero: una reforma tributaria que simplifique el sistema y premie a quienes generan empleo. Sin crecimiento no hay justicia social. Recuperemos la estabilidad y pongamos a Chile en marcha otra vez.
4. Salud
La salud pública está colapsada. La gente espera meses o años por una cirugía. Eso no puede seguir. Tenemos tres medidas urgentes. Uno: fortalecer la atención primaria y modernizar nuestros hospitales. Dos: reducir listas de espera mediante convenios públicos con clínicas privadas. Y tres: regular los precios de los medicamentos creando una Agencia Nacional de Medicamentos. La salud es un derecho. Y cuando se garantiza bien, se construye confianza en el país.
5. Pensiones
Millones de chilenos no pueden jubilarse con dignidad. El sistema fracasó. Por eso proponemos una reforma equilibrada. Primero: mejorar las pensiones actuales con un fondo de compensación solidario. Segundo: mantener la propiedad individual de los fondos, con posibilidad de elegir entre administradoras públicas y privadas. Y tercero: fomentar la cotización en jóvenes y trabajadores independientes. El nuevo sistema debe dar seguridad, justicia y libertad. Porque la vejez no puede ser sinónimo de abandono.
6. Educación
La educación es la llave del futuro, pero hoy está desigual y fragmentada. Tenemos que actuar. Uno: mejorar la calidad de la educación pública, con inversión en infraestructura, formación docente y acceso a tecnología. Dos: fortalecer la educación técnico-profesional y regional, conectándola con el empleo real. Y tres: implementar tutorías y reforzamiento escolar post-pandemia. La educación no puede depender del lugar donde uno nace. Chile debe ser un país donde todos tengan la oportunidad de aprender.
7. Corrupción política y financiera
La corrupción le roba dignidad al país. Y los chilenos estamos cansados de ver cómo algunos se enriquecen a costa del Estado. Nuestra propuesta es directa. Uno: crear una agencia anticorrupción autónoma, con dientes, con poder de investigar y sancionar. Dos: aplicar transparencia total en el uso de recursos públicos y contratos. Y tres: inhabilitar de por vida a los condenados por corrupción para ejercer cargos públicos. Chile necesita limpieza y ética en lo público. Ya basta de abusos.
8. Desempleo
El desempleo golpea a miles de familias en todo Chile. Necesitamos soluciones urgentes. Proponemos las siguientes medidas. Uno: capacitar a nuestros jóvenes y trabajadores en habilidades digitales y del futuro. Dos: apoyar a las empresas que generen empleo formal, sobre todo en regiones. Y tres: reactivar la construcción con obras públicas intensivas en mano de obra. El trabajo digno no solo entrega ingresos. También devuelve esperanza, autoestima y sentido de comunidad.
9. Pobreza y desigualdad social
Aún hay demasiados chilenos que viven con lo justo o menos. Por eso impulsamos tres medidas concretas. Uno: ingreso mínimo garantizado, ajustado a la inflación. Dos: equidad territorial con desarrollo rural, conectividad digital y servicios públicos de calidad en todo el país. Y tres: acceso equitativo a salud, educación y vivienda, sin importar tu nivel de ingreso. No se trata de regalar. Se trata de que todos partamos con oportunidades mínimas para salir adelante.
10. Conflicto político entre gobierno y oposición
Chile necesita unidad, no más peleas. Proponemos tres acciones para reconstruir la gobernabilidad. Uno: un gran pacto nacional en temas clave como seguridad, pensiones y crecimiento. Dos: reformar el sistema político para que haya mejor representación y eficiencia, por ejemplo, que los más votados sean los electos, no más arrastre de votos. Y tres: promover el diálogo a través de comisiones técnicas con participación ciudadana. Chile tiene desafíos enormes. Solo unidos podremos resolverlos. Divididos, perdemos todos.